Día 3. El ritmo.
Trabajar las emociones y el movimiento desde un lugar rítmico.
Disfrutar de la capacidad de entrar y salir en el ritmo. Jugar con la música, la sonoridad y los diferentes tempos. Fragmentar y dar continuidad.
Comenzamos el día con una clase de Yoga Iyengar atendiendo al estiramiento del cuerpo y a realizar las posturas de una forma dinámica.
Después de "Shabasana" nos ponemos en movimiento a partir de una cualidad articulada y moviendo el cuerpo por partes al ritmo de la música.
Repasamos la frase coreográfica conjunta “metiéndola” en música.(pausa)
Realizamos un ejercicio por grupos de jugar con el ritmo como pauta, entrando y saliendo de él. Creando ritmos como en una conversación con los cuerpos, escuchando las pausas, atacando el movimiento, relacionándonos con los otros como en una conversación sin palabras.
Trabajo por parejas (y un trío) a partir de tres pautas sencillas: contacto de las muñecas, recoger el peso del otro y acompañar en un salto. La parejas van cambiando y van surgiendo diferentes tipos de relaciones y dinámicas. Sincronizarse con el ritmo del otro.
Formamos tres grupos que plantean cada uno de ellos una “máquina”: circuito de movimientos que pueden repetirse de manera indefinida. Surgen tres propuestas muy diferentes y especiales. Seguiremos trabajando con ello.
Para terminar el día realizamos un ejercicio de sensibilización de los dedos de las manos y desarrollo del movimiento a partir de esta sensación.
Termina un día muy completo y rítmico… mañana más...
Gracias de nuevo a todos los participantes por su entrega y colaboración (a pesar de los cuellos doloridos).
Y por último, otro vídeo resumen del día (ha habido problemas con la cámara y no he conseguido salvar todo lo grabado, pero bueno... como resumen vale, aunque habéis hecho cosas impresionantes y me da rabia no haberlas podido poner)
No hay comentarios:
Publicar un comentario